Visitas durante los

jueves, 21 de febrero de 2013

Eneas versus Saturno.

Si uno mira las cabeceras de los periódicos de hoy, el día después del Debate del Estado de la Nación los diversos diagnósticos del resultado del "duelo" Rajoy/Rubalcaba son dispares.

Pero lo más notable no es esta disparidad,  que entiendo dependiente de los intereses de la marca subyacente. Lo cruelmente evidente  es la distancia entre los discursos voceados desde la tribuna y la realidad de los ciudadanos, con las honrosas excepciones de propuestas del PSOE o de Izquierda Plural.

La "calle" sigue enojada, de manera humana que no cabruna, reclama del gobierno comportamientos urgentes y contundentes, dado lo extremo de la situación, en el sentido de crear empleo, aliviar la deuda privada, recuperar educación y salud y facilitar el crédito.

Mientras esto no se recupera, tras la barbarie -ignorancia grosera de las reglas- a la que nos ha conducido el trato despótico del partido político en el poder,  que no ha facilitado ni el debate ni el pacto, son necesarias ayudas a los ciudadanos, a expensas de restructurar el pago de la deuda pública en la cantidad y el tiempo, mejorando los ingresos del estado con una clara fiscalidad distributiva sobre el 20 % de los ciudadanos que detentan la propiedad del 80 % de la riqueza, aplicando tasas sobre las transacciones que generan una riqueza virtual, fruto exclusivo de la especulación, sin valor añadido, y persiguiendo con clara decisión el fraude fiscal.

¿Qué padre no intentaría antes de arruinar a su propia familia, cumpliendo con su deber y emulando al Eneas que huye de Troya llevando a su padre Anquises al hombro y a su hijo Ascanio de la mano,  aumentar sus ingresos y negociar con sus acreedores más plazo para saldar sus deudas, para no ver como los suyos languidecen, adelgazan y enferman? ¿No estará el gobierno cometiendo, a la manera del Saturno de Goya, un parricidio con sus propios hijos, los ciudadanos?

No cometan, gobierno del Partido Popular, tamaño dislate y busquen luz en esa Buena Nueva, inspiradora de sus estatutos, que propugna como valor fundamental y similar al del amor a Dios el  amor al prójimo y hace que el buen samaritano ponga medios y tiempo para aquellos que corren el riesgo de quedar en la cuneta.

De producirse el deseable cambio de su política de mazazo neoliberal hacia un comportamiento acorde con la Doctrina Social de la Iglesia  quizás podamos, algún día, disfrutar  juntos de la beatífica visión de Dios en el Paraíso.



miércoles, 20 de febrero de 2013

Prefacio al Debate de la Nación.

Desde el Partido Popular se adelanta que el presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy, llevara este miércoles al Debate sobre el estado de la Nación nuevas iniciativas económicas para que este año llegue ya la recuperación al país.
Después de cumplir con su deber –ajustes “dolorosos” pero “necesarios”- que no con sus promesas, explicará hoy la necesidad de dar un “nuevo impulso” hacia la recuperación.

El PSOE pretende plasmar en sus propuestas “la voz de la calle” para mostrar a la sociedad que hay alternativas.
Es consciente, el PSOE, de los “errores cometidos” y la necesidad que existe de proponer alternativas “creíbles, de esperanza”.

Esta breve introducción no quiere otra cosa que traer a la memoria, una vez más, el poema /canción de Atahualpa Yupanqui:
Hay un asunto en la tierra/más importante que Dios. /Y es que nadie escupa sangre/pa que otro viva mejor.
¿Que Dios vela por los pobres?/Tal vez sí, y tal vez no. /Pero es seguro que almuerza/en la mesa del patrón.

viernes, 15 de febrero de 2013

La quimera del oro o la invisibilidad

Nadie como Charles Chaplin, en su película “La Quimera del Oro”, supo expresar con imágenes  la crudeza de ser invisible a los ojos ajenos.
¿Quién no experimentó en alguna ocasión la ausencia de respuesta a una sonrisa sugerente, a un gesto  amigable?
En la vida cotidiana, en el barrio, en el trabajo, nos cruzamos con personas con quienes coincidimos habitualmente, incluso con quienes compartimos afinidades, e iniciamos un gesto de reconocimiento y complicidad -¡Soy yo!, ¡Estoy aquí!- y la ausencia de respuesta nos hace sentir el mismo chasco ridículo, por no decir horroroso por excluyente, que siente Charlot, en el salón de baile Monte Carlo, al resultar invisible, en dos ocasiones,  a los ojos de Georgia (secuencia del minuto 32:00 al 34:10).
Desde antiguo el hombre tiene la necesidad de ser reconocido por el otro, de sentirse parte integrante de un grupo y que sus miembros le reconozcan. Esta necesidad forma parte de la dimensión social de su naturaleza. No existen, no deberían existir, posiciones de superioridad que despóticamente puedan excluirnos.
La nuestra, la relación entre los humanos, es una relación de paridad y si en alguna ocasión et criden a guiar un breu moment del mil·lenari pas de les generacions…el desvalgut i el que sofreix per sempre son els teus únics senyors” (La Pell de Brau, poema XXIV, Salvador Espriu).
No desdeñemos nunca un gesto amigable, que siempre encuentre en nosotros respuesta y, diré más, esforcémonos por ser nosotros quienes nos adelantamos con una sonrisa y la mano tendida en reconocimiento del otro.