...la Resolución
de la Secretaría General de Transportes, por
la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros por el que se declaran obligaciones de servicio público en
la ruta aérea Menorca-Madrid,
Disposición
9817, BOE 175 de 2012.
A todas vistas insuficiente:
- La recurrente España Radial, Centrípeta, la “Castilla que ha hecho a España y la ha deshecho”1: Sólo tenemos intereses en la "Villa y Corte"(?). Quizás mañana, intervenidas administrativamente las autonomías, será solo en Madrid donde se tomen las decisiones.
- Nuestra pertenencia al arco mediterráneo necesita además conectividad con Barcelona y Valencia. Y no sólo por cuestiones políticas y económicas, también en materia de salud, compras, cultura y ocio.
- Insuficiente, también, porque parece que sólo viajamos a la península en temporada turística baja. En temporada alta estamos tan ocupados en atender a los turistas, cuando los tenemos, que olvidamos salir de la isla. En ocasiones la precariedad de los vuelos nos obliga a quedarnos.
- 130 € por trayecto, de no aplicarse el descuento de residente, quedan muy lejos de los 45 y 55 € que pagan nuestros paisanos de Cerdeña por desplazarse a Roma o Milán respectivamente.
- La resolución no modifica las tasas de aproximación, aterrizaje, tráfico o uso de la red de ayuda a la navegación.
- En ningún momento, la disposición, hace mención de renegociar las tarifas por trayecto de la obligacion de servicio público en las rutas aéreas entre islas, que entendemos costosas.
Para
Menorca ya es suficiente.
¿Es suficiente para los menorquines? Seguimos oyendo la voz de los
23352 firmantes
adheridos a la plataforma “el
transport aeri ofega Menorca”.
Una
vez más ciudadanos de segunda en el disfrute de servicios y de
primera en el pago de
impuestos.
Nos
falta mucho para poder celebrar que pertenecemos a un país que
trata por igual a todos. En cualquier caso, la administración
central debería dedicar más esfuerzos para tratarnos como el resto
de los españoles y el Consell Insular y el Govern Balear
pelear aún más2,
sin tibieza ni entreguismo, para conseguirlo.
1J.
Ortega y Gasset en España invertebrada, 1921.