Com esteu? Bé, gràcies a Déu!
El domingo dieciséis de junio después de
participar en la recepción de l'homo
des Be, en el salon gotico del
ayuntamiento de Ciutadella, y tras un paseo por sus siempre
acogedoras callejuelas, visitamos el Real Monasterio de Santa Clara
donde oí, en boca de la priora de la comunidad, esta expresión: Bé,
gràcies a Déu!
Aun desde una posición laica me resultó
agradable aquel deseo, más aún envuelto en la cara amable y
sonriente de la religiosa.
Es bueno desearnos, unos a otros, que las cosas
nos vayan bien.
La siguiente frase, al saber mi condición de
diputado, fue proclamar que rezaban por los políticos. Elogió el
coraje, en los convulsos tiempos actuales, de aquellos que apuestan
por participar en la vida pública.
No estuvo mal para aquella soleada mañana
librarse, aunque fuera por unos minutos, del desánimo, la crítica
y la desafección en la que estamos instalados.
Si a esto añadimos la compra de unos
deliciosos pastissets, que
elaboran artesanalmente en el monasterio, y la calurosa vista de la
mar y el perfil de la costa de Mallorca, desde el Castell de Sant
Nicolau, nos instalamos definitivamente, más allá de normas
protocolarias, en el agradable periodo estival, de indisimuladas
fiestas dionísiacas, de manifiestas celebraciones de la vida.
Adéu-siau (Dios
esté con vosotros) desde la más inmediata fiesta de Sant
Joan, del solsticio de verano hasta
las del equinoccio de otoño, tras las fiestas de Gracia y Sant
Nicolau -que tanca les festes amb clau-.
¿Cómo estáis? ¡Bien, gracias a Dios!
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