Soy médico y durante treinta y ocho años de profesión, desde un trato entre iguales, he intentado defender la libertad y la autonomía de las personas, una forma de promover y cuidar de su salud.
Mi sorpresa, mi dramatizado desengaño -pues no sufre desengaño quien no fue engañado previamente-, ha sido descubrir que en ocasiones se imponen razones de la razón -de estado- que, al parecer, el corazón no entiende. Muy lejos del equilibrio social.
Parece necesario conocer ciertos secretos para entender algunas decisiones. Los recién llegados, que no han "superado" las pruebas de iniciación deben someterse a la "experiencia" de los grados superiores. De no ostentar grado alguno, "no es el momento oportuno" es la respuesta que puedes recibir a tus sugerencias.
Repito con León Felipe: "Para enterrar a los muertos como debemos cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero. Un día todos sabemos hacer justicia. Tan bien como el rey hebreo la hizo Sancho el escudero y el villano Pedro Crespo. Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo. Pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero".
Quizás sí nuestras metas se situaran mas allá de lo inmediato, del corto plazo, si tuviéramos conocimiento de que papel jugamos, si jugamos alguno, en este Universo de inicio y fin recónditos, siempre pregunta última, podríamos ajustar nuestra actividad humana a tratar, siguiendo el principio ético de Spinoza, de hacer sentir bien a nuestros prójimos y, como no, en el respeto a la Naturaleza de la que formamos parte, que nos da vida y sustenta.
Acabada esta X Legislatura, sin dejar de alabar muchos de los aspectos de esos cuatro años de actividad parlamentaria, volveré al disfrute de la vida doméstica, a la resolución de los problemas cotidianos. Soluciones cuya suma, espero, configuren un marco adecuado para la libertad, la autonomía y el bienestar de las personas próximas.
Tiempo para que la transparencia logre abrirse paso y para que los políticos, legisladores y gobernantes, no olviden que están donde están porque el resto de ciudadanos, con sus votos, los pusieron ahí.
Que su comportamiento, generoso, se acerque más a la República de Platón y Aristóteles que al Principe de Maquiavelo, poniéndose sinceramente, sin circunloquios, sin eufemismos, al servicio de los ciudadanos, a la prosecución de su salud, “estado de completo bienestar psicoorgánico, social y ambiental" (Organización Mundial de la Salud, 1949), "una manera de vivir autónoma, solidaria y gozosa" (de la ponencia coordinada por el Dr. Jordi Gol i Gurina en el X Congrès de Metges i Biòlegs de Llengua Catalana, celebrado en Perpignan en 1976). Amén.
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